En 2019, científicos mostraron la primera imagen de uno de estos devoradores de material, el M87. Chile tuvo un lugar clave en este logro, gracias a dos astrónomos de la Universidad de Concepción: Neil Nagar y Venkatessh Ramakrishnan.

Neil Nagar y Venkatessh Ramakrishnan trabajan en Chile y en 2019 fueron parte del equipo que mostró la foto que Einstein hubiera querido ver: la primera imagen de un agujero negro, el M87, a 55 millones de años luz de la Tierra.
Por Nicolás Luco Rojas
Neil Nagar, ingeniero eléctrico devenido astrónomo, dirige el Departamento de Astronomía en la Universidad de Concepción; se ha hecho célebre. Lleva 14 años en nuestro país; dice que adoptará nuestra nacionalidad.
Está en San Pedro de la Paz, en la región del Biobío. Neil proclama las bondades de los porotos con riendas. Y su fama internacional proviene de haber participado, desde Chile, con otros tres centenares de colegas y técnicos de todo el mundo, en la aventura de lograr la primera imagen de un agujero negro: el M87, a 55 millones de años luz de la Tierra.
Junto a él trabaja su colega y compatriota Venkatessh Ramakrishnan.
Obtuvieron, con los demás protagonistas, la imagen que fue proclamada la fotografía científica del año 2019: un aro naranja y rojo que circunda un enigmático círculo vacío de luz. El proyecto costó diez mil millones de dólares, un esfuerzo que se inició en 1783 con el inglés John Michell, quien planteó la posibilidad de que existiera ese vacío.
Con la teoría de la relatividad, en 1915, Albert Einstein previó que la materia dobla el espacio-tiempo y anunció la existencia de esa “nada” negra y su aro luminoso.
John Archibald Wheeler, generó el nombre “agujeros negros” en 1969 (Wheeler estuvo en Chile en los años 80, invitado por el Centro de Estudios Científicos, CECS, y habló con “Revista del Domingo” de “El Mercurio”).
En octubre de 2020, tres científicos recibieron el Nobel de Física 2020: entre ellos, Roger Penrose, demostró la matemática detrás del anuncio de Einstein y trabajó con Stephen Hawking entre 1965 y 1970 para caracterizar más el agujero negro (Hawking relató el trayecto en su “Breve historia del tiempo, del big bang a los agujeros negros”, de 1988).
Pero nadie había visto un agujero negro. Es casi como antes de las ecografías, inventadas en 1956: la mamá embarazada podía palpar a su criatura, pero tenía que esperar el parto para verla.

La imagen demostró la existencia de esta "nada" negra teorizada por Einstein, y especulada en 1783 por el inglés John Michell.
En abril de 2019, Neil Nagar y Venkatessh Ramikrisnan (“Venki” para sus amigos) viajaron de Concepción a Santiago a participar virtualmente en el anuncio mundial del éxito: ahí estaba la foto que Einstein hubiera querido ver. Un parto mundial.
Cuestión de equipo
Más de una década tomó coordinar siete telescopios que, en conjunto, conforman el Event Horizon Telescope, EHT, un instrumento del porte de nuestro planeta, capaz de ver una sopaipilla en la Luna, integrado por 8 radiotelescopios en Norteamérica, Hawaii, Europa, Sudamérica y el Polo Sur. En la observación del agujero negro M87 el observatorio del Polo Sur, no resultó útil; ALMA, en el Norte de Chile, fue decisivo, según el astrónomo del MIT Vincent Fish.
Los dos astrónomos de Concepción participaban en este equipo.
Venkatessh Ramakrishna es especialista en “separar la carne de la grasa” fotográfica. El sistema entrega muchos datos: unos provienen del agujero negro; otros son puro ruido, interferencias.
Logró su cometido con matemática. Escribe desde India: “Las matemáticas están en el corazón mismo de las imágenes astronómicas. Estas no son más que una serie de ecuaciones con operaciones matemáticas básicas, incluida la trigonometría. Y, por supuesto, dependiendo del campo de la astronomía, asumen diferentes formas.”
Y agrega: “Por ejemplo, en el caso de la radioastronomía, la operación matemática más utilizada en la formación de imágenes es la transformación de Fourier. Esto nos ayuda a descomponer el ruido de la señal, que luego termina invariablemente como imagen".
Trabaja los datos que provienen del inmenso EHT y va armando el rompecabezas apoyado en procesadores poderosos. Al final, como la mamá que mira a su hijo por primera vez, Venkatessh Ramakrishna, logra ser de los primeros seres humanos en contemplar el anillo que rodea el agujero devorador.
Nunca tuve la idea de considerar algo imposible. Esta es mi actitud desde que puse un pie en la astronomíaVenkatessh RamikrisnanCientífico U. de Concepción
Pero no estuvo solo desarrollando su especialidad. Cuenta que otros colegas en otros lugares del mundo comprobaban continuamente sus largos cálculos. Ya en 2017 empezaron a aparecer las primeras señales limpias: comenzaba a vislumbrarse el agujero y su halo brillante.
Amordazados
Desde Concepción, Neil y Vanki (como le dicen a Venkatessh) sufrían porque el pacto era no revelar nada hasta que el descubrimiento fuera seguro. Ambos, confidentes entre sí, sólo podían compartir con los otros científicos en la aventura. Y, como muchos otros colegas sabían en qué estaban trabajando, debían negarse a responder indagatorias.
“Habiendo sido ya parte del equipo central a cargo de las observaciones y de la producción de imágenes, –escribe Vanki– la carga sobre mi hombro era bastante masiva: todos mis compañeros y amigos me molestaban a diario para conocer el resultado”.
La tortura duró hasta abril de 2019, cuando se presentó la imagen.
Cuando me mostró la imagen, no le creí Neil Nagar Director Departamento de Astronomía U. de Concepción
Ya en junio de 2018 Vanki había llegado a la oficina de Neil a mostrarle un gran avance. “Cuando me mostró la imagen, no le creí”, cuenta Neil. Le pidió a Vanki rehacer los cálculos. Pero ya estaban entre los primeros seres humanos que veían un agujero negro.
Conocían las imágenes que antes había dibujado el computador, una simulación. Y Neil no esperaba que la foto real fuera tan cercana a la imagen prevista en el computador. Incluso pensó que Vanki le estaba haciendo una broma, mostrándole una de las imágenes simuladas. Al final, tras muchas revisiones certificaron la imagen que tantos astrónomos habían soñado ver desde fines del siglo XVIII.
Pudieron así celebrar como campeones.
“Somos parte de un pequeño grupo, la astronomía en Chile es buena y, cuando se trabaja en cooperación, se aprenden muchas cosas. En el futuro vamos a poder liderar proyectos”, declaró Neil al Diario de Concepción.
En órbita terrestre
Ambos especialistas son trotamundos.
Neil Nagar nació en la provincia de Rajasthan, en India. Primero estudió teatro; actuó en obras muy conocidas en su país, desconocidas en Occidente. Luego, se graduó como ingeniero eléctrico y por eso comenzó a construir instrumental astronómico. Se encandiló.
Se doctoró como astrónomo en Maryland, EE.UU., y estudió también en Holanda. Desde 2009 participa en el proyecto EHT. Hoy estudia galaxias activas, calibración y explotación de datos de ALMA. Lidera proyectos para medir agujeros negros supermasivos, como el M87 y para identificar más galaxias cercanas, consigna el Diario de Concepción.
El M87Los agujeros negros son bestias supermasivas: se ubican al centro de las galaxias y pesan trillones de veces lo que nuestro Sol. Pero nunca se muestran. Hasta ahora.
Gracias al conjunto de telescopios sincronizados en el “Event Horizon Telescope” o EHT más de doscientos científicos consiguieron la imagen del M87, un gigante con 1.600 veces la masa del agujero negro que ocupa el centro de nuestra galaxia, el Sagitario A*.
Pero es más fácil “fotografiar” el M87, a 55 millones de años luz, que el Sagitario A*, que se encuentra “cerca” y cambia más rápidamente.
Sin embargo, ver el agujero negro de nuestra galaxia es la meta más anhelada del equipo de astrónomos que se coordina en el proyecto EHT. Y más ahora, cuando se sumarán nuevos telescopios para conseguir datos más precisos, lo borroso se transforma en nítido.
La misma publicación alaba su perfecto español, chilenizado a tal punto que termina sus frases con “poh”. Antes de instalarse en Concepción, vino a Chile a conocer los observatorios. Define a los penquistas como amistosos y cercanos.
Recuerda que desde el comienzo postuló a fondos y tiempo de telescopios, sin éxito. Pero eso resultó para mejor: buscó asociarse con colegas de todo el mundo para construir la imagen del agujero negro M87.
...Y ahora encabeza el Departamento de Astronomía de la U. de Concepción.
Venkatessh Ramakrishnan, Venki, vivió 20 años en su natal Chennai, India. Fascinado por la astronomía, viajó a Finlandia y se doctoró en la Universidad Aalto.
Llegó a la U. de Concepción a realizar un postdoctorado. Es experto en galaxias activas, sus cambios, sus trayectorias. En el proyecto EHT trabaja, además, en la calibración de los datos y en los algoritmos para construir con ellos, imágenes.
Como se adjudicó un proyecto Fondecyt, se quedará tres años en Chile (“el lugar más importante en el área, con los mejores telescopios”), además, es su lugar favorito en Sudamérica.
El Senado de la República y la Universidad de Concepción, los galardonaron. Además, recibieron el premio Breakthrough 2020 en física fundamental. El rector de la Universidad de Concepción, doctor Carlos Saavedra, declaró: “Este es el tipo de resultado que queremos promover, una universidad comprometida con el desarrollo de la Región y su País, pero también con la ciencia de alcance global que permite aumentar las fronteras del conocimiento de la humanidad”.
De lo pequeño a lo inmenso
Venkatessh Ramakrishnan, Venki, nos escribió desde India. Nos contó lo fecundas que fueron las experiencias con sus padres siguiendo eclipses lunares o solares, u observando la ocultación de algún planeta. El cielo estuvo siempre presente.
–¿Y los agujeros negros?
-A los 20 años me fascinaron. Trabajaba en mi proyecto de maestría sobre galaxias y candidatos a supernovas. Me concentré, en ambos casos, en la influencia de los agujeros negros.
–Y ¿hubiera pensado que la humanidad alguna vez sería capaz de “ver” un objeto masivo que devora la luz?
-Nunca tuve ni tendré la idea de considerar algo imposible. Esta es mi actitud desde que puse un pie en la astronomía, algo que nunca cambiará.
–Los veo como Galileos, capaces de observar fenómenos que sólo podían suponer. ¿Cómo ha cambiado su percepción del Universo?
-La inspección visual de cualquier objeto en el Universo eleva la percepción que uno tiene al siguiente nivel. De ahí que, mientras salgan a la luz más descubrimientos de este tipo y las respectivas imágenes de fenómenos exóticos en el Universo, mejor será nuestra comprensión de la evolución del Universo.
–¿Qué avenidas abre conocer la imagen de un agujero negro?
-El resultado actual, la llamada primera imagen del agujero negro supermasivo, es solo un rasguño en la superficie. Recién estamos comenzando en nuestra búsqueda de más imágenes maravillosas de agujeros negros en varias otras galaxias. Esto juega un papel clave en nuestra comprensión de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein ya que los mejores lugares para experimentar su teoría son las regiones alrededor de los agujeros negros donde el efecto de la gravedad es fuerte.
–¿Qué proyectos puede usted liderar?
-Actualmente estoy liderando un proyecto para extender este estudio a los agujeros negros en galaxias cercanas, lo que significa que estamos en el proceso de hacer más de estas imágenes de agujeros negros.
–¿Conoce a los ganadores del Premio Nobel de Física 2020: Dres. Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez? Parecen subrayar el hito clave que representan los agujeros negros en cosmología.
-Conozco muy bien los trabajos de los tres premios Nobel. He leído extensamente las publicaciones de todos ellos, donde destaca la contribución del Dr. Penrose a la física teórica. Los doctores Genzel y Ghez jugaron un papel vital en la documentación de las órbitas de las estrellas alrededor del agujero negro en el centro de nuestra galaxia, que se convirtió en la primera evidencia observacional exclusiva de la presencia de agujeros negros.